Si eres runner, lo que quieres es correr, probablemente no dedicas grandes cantidades de energía a la natación, el ciclismo, el spinning o en entrenamientos de fuerza.

Pero si has evitado el gimnasio, la bicicleta o la piscina desde siempre, es hora de que lo reconsideres y lo mezcles todo para convertirte en un corredor más fuerte, más rápido y más en forma.

A continuación te explicamos cómo puedes incluir el cross training (“entrenamiento cruzado”) en tu rutina y por qué deberías hacerlo.

Entrena como un atleta

Si quieres rendir como un atleta, tienes que entrenar como tal, el camino para un entrenamiento más completo. Entrenar como un atleta significa hacer algo más que correr, incluso si lo único que quieres es ser un runner. Tienes que hacer otras cosas que beneficien a tu cuerpo, ya sea aumentar tu flexibilidad, mejorar tu capacidad cardiovascular o entrenar la resistencia. Todas esas cosas combinadas te ayudarán con tu fuerza general y evitarán que te aburras.

El crosstraining mantendrá tu cuerpo fuerte al trabajar todos tus músculos de diferentes maneras en lugar de solo moverte en un movimiento monótono. Muchos deportistas sólo hacen Cross Training cuando es necesario, en lugar de hacerlo de forma preventiva.

Si estás lesionado y no puedes correr pero quieres mantenerte en forma, tendrás que hacer crosstraining. Pero si llegado el momento no estás acostumbrado, entrar en esa disciplina puede resultarte frustrante o desalentador. Sin embargo, si ya pasas tiempo en la piscina o dándole a la bici, no será para tanto.

Multitud de opciones de Cross Training

Siguiendo con el ejemplo del running, la natación es lo más parecido a correr. Otras opciones de Cross Training son, por ejemplo, la elíptica, clases de spinning, ciclismo al aire libre, yoga, pilates, boxeo o, literalmente, cualquier cosa que te ponga en movimiento. Son todas formas estupendas de mantener un horario variado y un cuerpo sano. Si correr es tu objetivo principal, intenta asegurarte de que al menos el 20% de tus entrenamientos semanales se centran en actividades de cross training.

Alto y bajo impacto

El entrenamiento cruzado no tiene por qué ser necesariamente de bajo impacto, ni tiene por qué ser el entrenamiento “fácil” de la semana. Así que no dejes de combinarlo. Repite tus entrenamientos de carrera en una elíptica, en la piscina o en bicicleta, seguirás haciendo un trabajo de calidad, por ejemplo alternando, haciendo un minuto sí y un minuto no.

Sé creativo. Incrementa tu resistencia. Juega mientras entrenas.

No sientas que tienes que salir a machacar cada entrenamiento porque eso desgastará tu cuerpo, ya que podría hacer demasiados movimientos duros no relacionadas con tu disciplina principal que pueden conducir al sobreentrenamiento.